"Así que llámame si quieres ser mi acompañante para la
boda de mañana", escribió Madison O'Neill, de 20 años, oriunda de Iowa,
EEUU.
Madison O'Neill, no imaginó que un tweet iba a desatar una historia de amor.
La joven de 20 años oriunda de Iowa en Estados Unidos, no tenía un acompañante para asistir a una boda y decidió recurrir a su cuenta de Twitter para solucionar su problema.
Ella preguntó entre sus seguidores quién quería ir con ella y fue así como Charlie Dohrmann, un joven que conocía del colegio, a través de un mensaje directo le ofreció su compañía.
Después de una breve conversación dónde se detalló el horario y lugar, el joven le propuso ir con ella sin dudarlo. Aunque O'Neill no estaba segura de la idea, decidió no darle lugar a sus temores y aceptó la oferta.
Como Dohrmann se había enterado con pocas horas de anticipación, llamó al trabajo y avisó que no iría porque estaba enfermo. "No quería perderme la boda", aseguró. También admitió que recordaba a la chica del colegio y sabía que "era muy dulce".
Una semana después de la fiesta, la pareja empezó a salir y a principios de este mes se comprometieron. En una publicación de Instagram, donde una imagen retrata el momento de la propuesta, O'Neill escribió: "Nunca en millones de años me hubiese imaginado enamorarme de mi molesto compañero de la clase de francés. Seis años después y no puedo esperar hasta casarme con él".
La joven de 20 años oriunda de Iowa en Estados Unidos, no tenía un acompañante para asistir a una boda y decidió recurrir a su cuenta de Twitter para solucionar su problema.
Ella preguntó entre sus seguidores quién quería ir con ella y fue así como Charlie Dohrmann, un joven que conocía del colegio, a través de un mensaje directo le ofreció su compañía.
Después de una breve conversación dónde se detalló el horario y lugar, el joven le propuso ir con ella sin dudarlo. Aunque O'Neill no estaba segura de la idea, decidió no darle lugar a sus temores y aceptó la oferta.
Como Dohrmann se había enterado con pocas horas de anticipación, llamó al trabajo y avisó que no iría porque estaba enfermo. "No quería perderme la boda", aseguró. También admitió que recordaba a la chica del colegio y sabía que "era muy dulce".
Una semana después de la fiesta, la pareja empezó a salir y a principios de este mes se comprometieron. En una publicación de Instagram, donde una imagen retrata el momento de la propuesta, O'Neill escribió: "Nunca en millones de años me hubiese imaginado enamorarme de mi molesto compañero de la clase de francés. Seis años después y no puedo esperar hasta casarme con él".
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